Quienes Somos
El Sueño de Manuel y Alejandra en El Cortijo de la Aragonesa
Somos Manuel y Alejandra, una pareja que, en la madurez de la vida, decidimos emprender esta maravillosa aventura en el mundo del turismo rural. Con gran ilusión y esfuerzo, hemos dado vida a El Cortijo de la Aragonesa, y queremos aprovechar este espacio para expresar nuestra más profunda gratitud a cada persona que nos ha visitado.
Esta experiencia ha sido, sinceramente, un regalo para nosotros. El conocer a gente de todos los rincones, con historias y vivencias tan diversas, ha sido increíblemente enriquecedor. Cada huésped ha dejado una huella especial en El Cortijo, y eso es algo que valoramos profundamente.
El Cortijo La Aragonesa: Un Lugar con Historia y Encanto
El Cortijo La Aragonesa no es solo un alojamiento, es un pedazo de historia enclavado en la hermosa campiña que se extiende entre Córdoba y Jaén. Originalmente una antigua casa de campo, fue cuidadosamente reformada en 2009, respetando su esencia y dotándola de todas las comodidades modernas. La casa se encuentra en una finca de dos hectáreas de olivos, un entorno natural que invita a la relajación y al disfrute de la vida rural.
El nombre de nuestro cortijo se inspira en las ruinas del Castillo de la Aragonesa, una construcción del siglo XV que se alza majestuosamente a solo unos metros de nuestra propiedad, un elemento histórico que añade un toque de magia y leyenda a la estancia de nuestros huéspedes.
Un Encuentro con la Naturaleza y la Historia
En El Cortijo de la Aragonesa, no sólo ofrecemos un lugar para descansar, sino una experiencia completa que combina el confort, la naturaleza y la historia de nuestra región. Cada rincón de nuestra casa está impregnado de amor y dedicación, y estamos encantados de compartirlo con quienes nos visitan.
Gracias de corazón a todos los que han sido parte de esta travesía. Vuestras visitas e historias han hecho de este lugar algo más que un cortijo: un hogar lleno de vida y recuerdos felices.
Te invitamos a ser parte de nuestra historia y a disfrutar de la paz y belleza de El Cortijo de la Aragonesa.